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Llega el buen tiempo y con él, más peregrinos por Azofra


Con mayo las calles y caminos de Azofra cobran vida. Santiago de Compostela asume protagonismo y la ruta jacobea se anima con la presencia de pegrinos. A pie y en bicicleta, las dos maneras principales de entender este largo camino que acumula muchos siglos de historia en la villa rioja.
Mayo supone un gran salto. Igual le ocurre al viñedo de la zona. Despierta. Llegas las labores de la espergura, que atraen al peregrino. Y llega el calor, que aumentará con el paso de los días hasta hacerse insoportable por momentos. El peregrino se seca el sudor y mira hacia el horizonte en busca de un golpe de viento. Cierzo, a ser posible. Viento del norte.
Azofra está preparado, siempre lo está, para recibir a esos miles de caminantes. Sus albergues tienen las puertas abiertas. Muy cerca del que se inauguró en el año 2004 se construirá un polideportivo. Una novedad. Un aliciente más para esta pequeña localidad que necesita aire fresco y complicidad para no seguir menguando.
Atrás queda ya Azofra, con su iglesia dominando el valle. Por delante 577 kilómetros hasta el Obradoiro. Muchos. El peregrino enfila el camino de El Rollo en busca de Cirueña. Ese Rollo vigilante y justiciero que desde hace siglos marcar un punto en la ruta.